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Esta nueva COLUMNA está dedicada a descubrir el interior de la mente y el corazón de los artistas del mundo grupero: LA ESENCIA DETRÁS DE LA ESTRELLA.
Bienvenidos pues al primer número de esta COLUMNA.
Gerardo Ortiz nos habla de sus verdaderos Ángeles, Santos y demonios; los personajes que lo inspiran.
Bajo los reflectores Gerardo Ortiz se ha convertido en un fenómeno difícil de igualar, un artista SUI GÉNERIS que vuelve a la reconquista de su pueblo tras su amenazante paso del pasado. “El Rey del Corrido” es, sin embargo, un ser sensible con una historia de vida tan real como la de aquellos personajes que hoy protagonizan sus corridos; y en entrevista paraSAPS Grupero nos habla de su vida de rancho, sus verdaderos Ángeles, Santos y demonios; los personajes que lo inspiran, y muestra su lado político ante la inmigración, la legalización del aborto y la rebelión, así como de su más grande pasión: su familia.
- Sabemos que a pesar de nacer en Pasadena, California desde muy plebe regresas a tus raíces a vivir a Culiacán, sin embargo, muchas de estas historias trascienden en una educación influenciada por dos culturas distintas, niños que hablan a medias los dos idiomas, que sufren cierta falta de identidad ¿fue este tu caso?
- Mi crianza mi niñez fue muy sinaloense ya que mi mamá es de la capital y mi papá es del municipio de Iraguato de un ranchito para la sierra, y con él todo el tiempo el rancho por los pies junto con mi abuelo, andaba chamagoso comiendo dulces todo el día, en la patineta, de más niño era muy apegado a mi padre ahora soy más apegado a mamá.
- A los ocho añitos tu primer disco “Encuentro de Amor”, un par más tarde ya escribías canciones, ¿será que tan pequeño en verdad ya habías probado este sentimiento o de dónde se inspira alguien a tan corta edad para interpretar y hablar de estos temas?
- Siento que esto es un don con el que nací y todo ha sido gracias a Dios, más allá de experiencias reales, a esa edad era algo que me llegaba, además de llevar la música en la sangre de pronto se me dieron las letras y hasta el empezar a tocar la guitarra, y ese encuentro de amor no se dio a los ocho años vino más tarde y me inspiró, más bien primero me fui enamorando más de lo que tiene que ver con el ambiente de la música.
- Hay una frase que te he escuchado decir y me inspira: “A veces tenemos que ser fuertes porque ser fuertes es nuestra única opción” ¿Cómo aprendiste esto y en qué momento has tenido que ser más fuerte?
- Como ser humano me han llegado momentos difíciles pero también momentos muy lindos, han sido 5 años de altibajos pero hoy se que hay que mirar el lado bueno sin dejar de probar los sabores de la vida, hay que disfrutar la tristeza, la felicidad y los momentos de enojo también, las emociones de la vida.
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